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Cuando lo público, sea de excelencia

Hace un par de días México se enterneció por una noticia nacional ligada precisamente a esa Institución Pública de Salud que carga la bandera de innovación, calidad, nobleza y una atención como ninguna otra, qué en eso no miente…

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Lic. en Nutrición, escritor y asesor de capacitación por la Secretaria de Previsión Social.

Absolutamente nadie puede decir o debería decir, que los servicios públicos en este país son de excelencia, de echo de lo que más difieren es de este tema y ni siquiera se trata de culpar al gobierno en turno, por que la realidad es que es una barita qué se va pasando sexenio tras sexenio, color tras color, partido tras partido, casi es una realidad multicultural qué acontece a este país, junto o dentro de la notable, tangible corrupción qué existe, narcotráfico, los indicadores de pobreza extrema multidimensional, entre otros.

Absolutamente nadie en este país podría siquiera mencionar que el IMSS, ISSTE, SEP, servicios públicos sean cercanos a una calidad, por el contrario siempre quieren vender agua purificada
qué ni siquiera llega a potable, pero eso es México normalizar las deficiencias, la mediocridad, la desigualdad y acostumbrarse a ella.

Hace un par de días México se enterneció por una noticia nacional ligada precisamente a esa Institución Pública de Salud que carga la bandera de innovación, calidad, nobleza y una atención
como ninguna otra, qué en eso no miente… Quintana Roo, dentro de su General de Zona 18 del IMSS vicio un trágico día al fallecer una niña prensaba por el elevador.

Que el punto no es hablar de eso, si no todo lo que conlleva, arrastra ese momento y situación. Cada que pasan momentos
de este tipo, exhiben la realidad que viven en México, pacientes, trabajadores, desempeñarse en condiciones que dan vergüenza. Este suceso paso en Playa del Carmen Quintana, es el reflejo
de lo que viven todos los Hospitales Generales de Zona de este país, unidades de medicina familiar y ni que decir de los de alta Especialidad.

Aquí no está, ni nunca estará en tela de juicio
la calidad de atención del personal operativo, pero si la del personal administrativo, las confianzas, y obviamente cada Directivo de cada unidad, cada Delegado regional, y pues
tristísimamente el trabajo hecho o no hecho por el actual candidato a la Gubernatura de Chiapas y Director nacional del IMSS Zoe Robledo.

En México los funcionarios públicos electos y directores de primer nivel, se lucen por su ausencia o por estar en precampaña eterna, donde las deficiencias de infraestructura hospitalaria se van
pasado de administración en Administración y donde los problemas, es más fácil lavarse las manos y hacer como que nada paso, por que al final el mexicano es “ignorante no? Donde
encontrar un culpable es más fácil en quien menos responsabilidad tienen, un trabajador directo, uno operativo, los que están más debajo de la cadena.

Sin irnos muy lejos, qué en perspectiva la realidad es que ya son muchos años. 5 de junio de 2009, Hermosillo Sonora, fue noticia nacional por la tragedia de la guardería ABC donde perdieron la vida 49 niños por negligencia, corrupción tanto de instancias de gobierno, protección civil y el común denominador, Instituto Mexicano del Seguro social. Culpables; supervisores de capacitación y adiestramiento del IMSS, qué tuvieron que pagar una sentencia en la Cárcel de años, hasta demostrar su inocencia o pagar fianzas qué son inalcanzables para las personas comunes de este país.

Hoy catorce años después los verdaderos responsables administrativos, directivos tanto del Gobierno de Sonora como IMSS, supongo que están en su casa tranquilamente acostados. El punto es: Los accidentes no son casualidad, son la
consecuencia de una serie de acciones que no son atendidas incluso cuando dan alertas de que las cosas están mal, de que se tiene que renovar, cambiar, mejorar, de la negligencia, corrupción
es lo que abunda, donde te piden ponerte la camiseta por una institución por la cual no se puede dar ni un peso.

Ojalá la realidad de la situación trágica qué ocurrió traiga un cambio real y tangible a las condiciones que se viven todos los días en los nosocomios de este país, espero que dentro de lo malo y trágico exista un cambio positivo. Al final esto es vivir y trabajar en este país, el acostumbrarse a cerrar los ojos, no cuestionar y solo caminar detrás del qué va enfrente.

Cuando lo publico sea de calidad, quizá un día las cosas cambien.

David Toache
Escritor, asesor de capacitación.

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