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Situación de la familia en el mundo de hoy

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Jose Abraham Gómez Gutierrez
José Abraham Gómez Gutiérrez. Miembro de ODECO y maestro en administración

“ La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de la transformación amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura.” Así iniciamos nuestro tema de la familia en la participación pasada, hoy profundizaremos.

La situación en que se halla la familia presenta aspectos positivos y aspectos negativos signos, los unos, de la salvación de Cristo operante en el mundo; signos, los otros, del rechazo el hombre opone al amor de Dios.

La situación de la familia en el mundo de hoy por una parte, existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, A la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable, a la educación de los hijos, se tiene además conciencia de la necesidad de desarrollar relaciones entre las familias, en orden a una ayuda recíproca espiritual material, al conocimiento de la misión eclesial propia de la familia, a su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa.

Por otra parte, no faltan, sin embargo, signo de preocupantes degradación de algunos valores fundamentales: una equivocada concepción iónica y práctica de la independencia de los cónyugues entre sí: las graves ambigüedad acerca de las relaciones de autoridad entre padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la transmisión de los valores; El número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuentes a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad anticoncepcional.

Merece también nuestra atención el hecho de qué en los países llamados tercer mundo a la familia les falta muchas veces bien sea los medios fundamentales para la supervivencia como son el alimento, el trabajo, la vivienda, las medicinas, bien sea las libertades más elementales. En cambio, en los países más ricos, el excesivo bienestar y la mentalidad consumista, paradójicamente unidad a una cierta angustia e incertidumbre ante el futuro, quitan a los esposos la generosidad y la valentía para suscitar nuevas vidas humanas; y así la vida en muchas ocasiones no se veía como una bendición, sino como un peligro del que hay que defenderse.

Viviendo en un mundo así bajo las presiones derivadas sobre todo de los medios de comunicación social, los Eagles no siempre han sabido ni saben mantenerse inmunes del oscurecerse de los valores fundamentales y colocarse como conciencia crítica de la cultura familiar y como sujeto activo de la concepción de un auténtico humanismo familiar.

Entre los signos más preocupantes de este fenómeno los padres sinodales han señalado en particular la facilidad del divorcio y del recurso a una nueva reunión por parte de los mismos Tienes; la aceptación del matrimonio puramente civil, en contradicción con la vocación de los bautizados a depositarse en el señor; la celebración del matrimonio sacramento no movido por una fe viva, Sino por otros motivos; el rechazo de las normas Morales que guían y conmueven el ejercicio humano y cristiano de la sexualidad dentro del matrimonio.

Gracias y hasta la próxima.
Abraham Gómez Gutierrez, integrante de ODECO

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